Como recordaréis por mi última entrada, hasta el pasado 12 de agosto he estado trabajando como Mediadora Penal con menores infractores, una experiencia inolvidable de algo más de nueve meses que quiero agradecer desde aquí a la "Asociación Alternativa Abierta", por la oportunidad que me han ofrecido.
Trabajar como Mediadora en el ámbito de Justicia Juvenil ha sido fascinante.
A destacar, la coordinación con el propio equipo (agradecida por la acogida y por todo lo que he podido aprender con ellas) y con todo el despliegue de profesionales que participan en este complejo entramado, desde que el menor comete el delito hasta que se resuelve el procedimiento, de manera judicial o extrajudicial, como era en nuestro caso.
A veces, he tenido la sensación de estar en una gran familia, en nuestra relación con fiscales, equipos técnicos, servicios sociales, etc, trabajando en un mismo sentido, buscar el mejor interés para los menores.
Me he encontrado con grandes profesionales, pero sobre todo con una gran equipo "humano", personas que buscaban soluciones, no sólo dentro de la legalidad, sino dentro de la lógica, el respeto, la comprensión, es decir, lo mejor dentro de lo mejor.
Otras veces, he sentido frustración, sinceramente sobre todo por parte de los padres o madres de los chicos o chicas que habían cometido el delito, debido a su visión del conflicto sucedido, muchas veces menospreciando el esfuerzo de todas las personas que nos preocupábamos de hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible, no exenta de dificultades, minusvalorando el hecho cometido por sus hijos, transmitiendo su disgusto puesto que consideraban insignificante lo ocurrido, considerando innecesaria la reparación y conciliación con la parte perjudicada.
Una grata sorpresa, la reacción de la mayoría de los menores y jóvenes, con circunstancias adversas, contextos difíciles, sin embargo comprometidos, arrepentidos y con responsabilidad y ganas de pedir disculpas y reparar a la otra parte.
Hay de todo por supuesto, pero me quedo con lo positivo, familias y menores con ganas de mejorar, de aprender día a día, para no volver a cometer el mismo error.
Profesionalmente he aprendido de todas las familias en cada entrevista, en cada Encuentro de Conciliación, en cada taller o cada llamada de teléfono para transmitir en qué momento del procedimiento nos encontrábamos o para informar de la decisión tomada por la otra parte.
No lo olvidaré y me ayudará en mi trayectoria profesional a partir de ahora.
Y, ¿ahora qué?, antes de esta experiencia había estado más vinculada a Educación y consideraba que ese era el ámbito en el que una Educadora Social con mi perfil personal y profesional, podía encajar mejor, pero ahora he podido comprobar como nuestra profesión juega un papel muy importante también en Justicia. Trabajando en equipo con otros profesionales, como ha sido mi caso, con dos compañeras psicólogas, se puede hacer un gran trabajo, complementario y equilibrado.
Dos caminos diferentes, seguir en Justicia o volver a Educación, he ahí el dilema.....
Para Educación, sería interesante realizar el Máster de Secundaria en la especialidad de Intervención Sociocomunitaria, lo que ofrecería la oportunidad de opositar dentro de dos años para profesora de Secundaria, pero no es fácil el acceso y conllevaría un nuevo esfuerzo formativo, lo cual es un nuevo reto....
Por otra parte, para Justicia, son varias las opciones donde una Educadora Social podría intervenir, cuestión de investigar y buscar alternativas, por supuesto si tengo la oportunidad de volver a ejercer como Mediadora Penal con menores con mi compañeras, lo haría sin dudar.
Lo más importante, seguir ilusionada ante las diferentes posibilidades, se ha abierto otra puerta, ya veremos si será Educación o Justicia, o quizás, ambas????
Si algún compañer@ tiene sugerencias sobre este tema, sería interesante ponerlo en común, qué os parece?
Si algún compañer@ tiene sugerencias sobre este tema, sería interesante ponerlo en común, qué os parece?
Un abrazo a todos y todas y a seguir en el camino, hasta pronto.....
Toñi
